Cuando decidí probar despacitas.com por placer y compartir mis opiniones este verano, lo hice con una mezcla de escepticismo y curiosidad por su corta vida en las páginas de citas para sexo.
Después de haber navegado por las turbulentas aguas de las aplicaciones de citas, donde las promesas de amor eterno a menudo se convierten en encuentros efímeros, me intrigaba la propuesta de esta nueva plataforma.
A diferencia de otras aplicaciones que se enfocan en relaciones serias y profundas, destacamos.com se presenta como un espacio para citas casuales, donde la premisa es disfrutar del momento sin las ataduras de compromisos a largo plazo.
¿Se puede entrar gratis? ¿Qué hay en Despacitas? ¿Qué Precio tiene y qué ventajas hay pagando? Sigue leyendo o pruebálo gratis.
¿Qué es Despacitas?
Para explicaros qué es Despacitas, nada mejor que contaros mi experiencia:
Mientras navegaba por las opciones de búsqueda de Despacitas, me encontré con categorías que nunca imaginé ver en una app: “amantes del látex”, “adictos a los pies”, “expertos en shibari”. Era como un menú de un restaurante exótico donde no reconocía la mitad de los platos, pero sentía una curiosidad irresistible por probarlos todos.
La interfaz era sorprendentemente intuitiva, diseñada para facilitar conexiones rápidas basadas puramente en la atracción física y preferencias sexuales. No había espacio para charlas sobre libros favoritos o aspiraciones profesionales. Aquí, la única aspiración era el placer inmediato.
Registro en Despacitas
Os voy a contar mi experiencia con el registro en despacitas. ¡Agarráos que esto es toda una aventura!
Ahí estaba yo, un viernes por la noche, con una copa de vino en la mano y decidida a darle una oportunidad a esta famosa página de citas. ¿Por qué no, verdad? A mis 34 años, ya estoy un poco cansada de las mismas caras en el bar de siempre.
Primer paso: entrar en la web. Fácil, ¿no? Bueno, resulta que despacitas.com no tiene app (¡hola, siglo XXI!), así que tuve que encender mi portátil. Ya empezamos bien…
Cuando por fin cargó la página, me encontré con un formulario que parecía un interrogatorio del FBI. Edad, ciudad, género… todo normal hasta ahí. Pero chicas, preparaos para lo que viene.
La siguiente parte fue elegir un nombre de usuario. Después de descartar “GatitoSexy69” y “BuscandoMiChristianGrey”, opté por algo más sutil. No os diré cuál, ¡una chica tiene que mantener algo de misterio!
Luego vino la parte del correo y la contraseña. Consejo: no uséis “Contraseña123”. Yo casi lo hago, pero me contuve. ¡Puntos para mí por ser responsable!
Ahora, la parte “divertida”: completar el perfil. Me preguntaron de todo, desde mi color de ojos hasta mis “preferencias en la cama”. ¡Ay, Dios mío! Sentí que estaba en una consulta ginecológica mezclada con un speed dating.
Y por último, la foto de perfil. Pasé una hora buscando una donde no pareciera que acababa de salir de una maratón de Netflix con resaca. Al final, subí una en la que salgo “casual pero sexy” en la playa. Ya sabéis, esa que todas tenemos guardada para emergencias.
¡Y listo! Estaba oficialmente registrada en despacitas.com. ¿Fue fácil? Más o menos. ¿Me sentí un poco expuesta? Totalmente. ¿Estoy emocionada por ver qué pasa? ¡Absolutamente!
Precios de Despacitas
Vale, llegamos a los precios de Despacitas, vamos a hablar de pasta, que al final es lo que más nos duele, ¿verdad? Pues resulta que despacitas.com tiene un sistema de “monedas” que, sinceramente, me recuerda a cuando iba al salón recreativo de pequeña. ¡Pero ojo! Que aquí el premio no es un peluche cutre, sino supuestamente el amor de tu vida (o al menos el de una noche, jeje).
Venga, os cuento. El rollo de los precios de las monedas de Despacitas es así:
Para los ratas (como yo): 200 moneditas por 9,99€. Vamos, lo que cuesta una copa en cualquier garito decente de Madrid un sábado por la noche.
Para los que van un poco más en serio: 300 monedas por 19,99€. El precio de una cena en un sitio normalito, pero sin postre.
Y para los que van a por todas: 900 monedas por 49,99€. Lo que me gasto yo en una sesión de “terapia de compras” cuando me deja el novio.
Pero esperad, que hay más. Para los muy, muy desesperados (o muy optimistas, según se mire), tienen estos packs premium:
2000 monedas por 99,99€. Sí, habéis leído bien. Casi 100 pavos. Lo que cuesta un vestidazo para una boda.
Y el pack “me ha tocado la lotería”: 6000 monedas por 199,99€. Vamos, lo que cuesta un fin de semana en París, pero sin salir de tu casa y chateando con desconocidos.
¿Y para qué sirven estas moneditas? Pues básicamente para todo, guapas. Quieres mandar un mensajito: monedas. Ver una foto un poco más picantona: monedas. Respirar dentro de la app: casi que también monedas.
Y aquí viene lo mejor: cada mensaje que mandas te puede costar entre 1 y 1,45€. ¡Madre mía! Por ese precio, casi que prefiero volver a los SMS de los 90.
En fin, chicas, que si os sobra la pasta y os apetece jugar a la ruleta rusa del amor online, pues adelante. Pero yo, sinceramente, prefiero gastarme esos eurillos en una buena botella de vino y una noche de Netflix. Que al menos sé que el vino no me va a dejar en visto.
Mi Opinión sobre Despacitas
Tras mi experiencia, quiero dar mis opiniones sobre Despacitas, porque me veo en la obligación de compartir una perspectiva crítica sobre esta plataforma de citas para sexo. Si bien inicialmente parecía prometedora, varios aspectos de su funcionamiento han suscitado preocupaciones significativas.
En primer lugar, es innegable que la plataforma facilita conexiones rápidas, especialmente para mujeres buscando hombres. La abundancia de perfiles masculinos puede resultar abrumadora, ofreciendo una amplia gama de opciones. Sin embargo, esta aparente ventaja viene acompañada de problemas subyacentes.
La cuestión más alarmante es la sospecha de perfiles femeninos falsos. Varios usuarios masculinos han reportado interacciones con perfiles que parecen diseñados únicamente para incitar la compra de monedas virtuales. Esta práctica, si es cierta, no solo es éticamente cuestionable sino que también podría considerarse una forma de explotación financiera.
El sistema de monetización de Despacitas merece un escrutinio particular. La necesidad de adquirir monedas para realizar acciones básicas como enviar mensajes crea una barrera artificial en la comunicación. Este modelo de negocio parece priorizar el beneficio económico sobre la facilitación genuina de conexiones interpersonales.
Además, la calidad de las interacciones puede ser cuestionable. Mientras que algunas conversaciones resultan satisfactorias, muchas otras son superficiales o directamente inapropiadas. Esto plantea interrogantes sobre la efectividad de los filtros y mecanismos de moderación de la plataforma.
Es importante señalar que, aunque mi experiencia personal incluyó algunos encuentros positivos, estos parecen ser más la excepción que la norma. La prevalencia de perfiles potencialmente falsos y la constante presión por gastar dinero en la plataforma crean un ambiente que dista mucho de ser ideal para formar conexiones auténticas.
Mientras Despacitas puede ofrecer algunas oportunidades de conexión, los aspectos negativos de su modelo operativo son significativos. Los usuarios potenciales deberían abordar esta plataforma con cautela, siendo conscientes de sus limitaciones y posibles prácticas cuestionables. Es fundamental un enfoque crítico y una consideración cuidadosa antes de invertir tiempo y recursos en este tipo de servicios de citas en línea.